domingo, 13 de agosto de 2017

Carta de una amiga


CONFIANDO  EN  LA  PROMESA




¨Querida amiga : 
Hace tiempo que deseaba escribirte, cuando supe el tema del mes para tu blog me decidí hacerlo.
Te quiero contar que soy mamá de cuatro hermosos hijos, una hija y tres varones. Les crié a todos en el camino de nuestro Dios, enseñándoles a amarle y guardar sus mandamientos.
Mientras eran niños y después adolescentes les llevaba conmigo a cada reunión.
Cuando crecieron ellos decidían si ir o no. 
Tu entenderás que nuestros hijos llegan a una edad en la cual comienzan a tomar decisiones por si mismo y rara vez oyen lo que pensamos las mamas.
Dos de ellos eligieron separarse de las cosas de Dios y tomaron distintos caminos.
Aunque seguían siendo buenos hijos, buenos estudiantes, no querían saber nada de aquello en lo que habían sido enseñados.
Al principio me enojé, comencé a culpar a sus amigos de estudios, a sus compañeros de trabajo, me enojé hasta conmigo misma por no haber sido mas exigente al momento de buscar a Dios.
Luego con el tiempo me volví a Dios en oración por ellos, cada momento que tenía pedía que Dios les tocará y ellos se arrepintieran.
Un día me visitó nuestro pastor y su esposa, yo no perdí oportunidad para contarle lo triste que estaba porque veía a mis hijos cada vez más lejos de Dios y más cerca de lo mundano.
Mi pastor es un hombre sabio y me llevó al texto de Proverbios 22:6.
Una vez que lo leímos me dijo : 
¨Mi querida hermana si usted sabe que ha instruido a sus hijos en el buen camino y bajo los mandamientos de nuestro Padre Celestial, no tema, oré si, pero reclamando la promesa que aquí está que aunque fueren viejos no se apartarán de la buena senda.¨
Mi amiga, desde ese día así oré.
Pasaron más de seis años y uno de ellos se puso de novio con una chica cristiana que le ayudó a volverse a Dios. Hoy están casados y me hicieron abuela de una hermosa beba.
Hace algo más de seis meses que su hermano también volvió al camino.
No se si puedes imaginar la alegría que tengo y lo agradecida que estoy con mi amante Dios.
Te escribo para alentar a aquellas mamas que están orando por sus hijos. 
Para que al igual que yo tengan fe en las promesas que nos dio en su palabra, pues El es fiel y no nos abandona. Siempre oye la oración de una madre.
Comparte mi testimonio con otras, siempre leo lo que escribes y me bendice mucho.
No importa mi nombre, importa el nombre del que puede hacer la obra y ese es Dios.
Un abrazo, saludos cariñosos.
Hasta pronto ¨

Que bendición y alegría es para mi recibir los mensajes que ustedes me envían por diferentes medio.
Más cuando me encuentro mails como este, realmente mi corazón salta de alegría al comprobar el mover de la mano de nuestro Dios.

Me es de aliento cuando otros son bendecidos, eso me anima a creer aún más, a aferrarme con confianza en las promesas de nuestro Señor.

Se que esta carta alentará el corazón de muchas madres. Cuando nuestros hijos se desvían tenemos esa humana tendencia creer que es nuestra culpa.
Olvidándonos que Dios respalda nuestra labor si hemos caminado con El.

Esta promesa que se menciona aquí es realmente alentadora. 
Aún si tus hijos son pequeños, tómala para ti. 
Si les educamos y les encaminamos en el camino verdadero, dice la palabra que aunque fueren viejos no se apartarán de ella.
Tal vez se desvíen en algún momento, pero no temas, cree, ora y confía que Dios no abandona la obra de sus manos y El es Fiel.

Dios te bendiga mucho, no te canses de orar por tus hijos y confiar en la palabra y las promesas de nuestro Padre Eterno.
Nos leemos prontito, abrazo enorme.



NO OLVIDES DIOS TE AMA Y NOSOTRAS TAMBIEN.


No olvides dejarnos un comentario y compartir para bendecir a otros.


Si deseas, como nuestra amiga, puedes escribirme.

nesandmirlop@gmail.com







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