Reclamando promesas
A lo largo del Antiguo Testamento vemos que Dios
realiza distintas promesas a personas en forma individual o a todo su pueblo
Israel, pero también podemos observar que en reiteradas ocasiones el pueblo de
Israel o una persona le tiene que reclamar a Dios lo que prometió.
Acaso Dios olvida lo que
promete? La respuesta ya la sabemos, Él nunca lo olvida.
El tema está que entre
que Dios da la promesa y el cumplimiento de la misma, puede pasar un tiempo
prolongado, porque Dios quiere trabajar en nuestras vidas, prepararnos para
poder recibirla. Y muchas veces pasa que en ese tiempo, nos impacientamos,
creemos que lo que Dios nos prometió no va a llegar, entonces nos apartamos o
seguimos en el camino pero nos enfriamos y nosotros somos los que nos olvidamos
de orar por esa promesa, de trabajar para estar prontos para recibirla.
Un
ejemplo claro de esto es el pueblo de Israel, el pueblo escogido. Dios les
promete a ellos una tierra, prosperidad y muchas cosas más si seguían a Dios,
pero a lo largo de su historia, vemos la incapacidad de este pueblo para
permanecer fiel, al primer descontento se desviaban.
Llegó un momento que Dios
los envía al exilio a algunos y otros quedan en Jerusalén.
En Nehemias 1 leemos
que Nehemías recibe la noticia de que el remanente de Israel en Jerusalén está
pasando afrenta, por qué? Porque olvidaron el pacto, porque junto con la
promesa viene también el compromiso de permanecer fiel a Dios, el dador de
promesa.
Y que hace Nehemías? Comienza a orar y a "recordarle" a Dios
lo que había prometido (versículo 9). Y Dios escucha a Nehemías. Él no necesita
el recordatorio, nosotros lo necesitamos, porque al orar y "reclamar"
la promesa la estamos afirmando en nuestra mente y corazón.
No se que promesa Dios te
dio, ni hace cuánto lo hizo, pero lo que si se es que viene en camino, pero en
el proceso Dios quiere trabajar en tu vida, quiere un compromiso genuino,
porque como ya dije, junto con la promesa, viene una gran responsabilidad, que
es permanecer fiel hasta que se cumpla.
´Padre te damos gracias por la seguridad que tenemos en ti. Podemos confiar que tu cumpliras la promesa que nos diste. Tu no fallas. Enseñanos a esperar en ti el tiempo necesario. En el nombre de Jesús, Amen!´
Dios te bendiga mucho, nos leemos prontito.
RECUERDA DIOS TE AMA Y NOSOTRAS TAMBIEN.
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Me encanto. Me hace recordar que tengo que redoblar mis oraciones. Y reclamarlas. No decaigamos. Sigamos adelante y por mas.
ResponderEliminarGracias por comentar. Bendiciones!!
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